sábado, 25 de abril de 2015

Larache

El nombre de esta ciudad de la costa atlántica marroquí tiene mucho significado para mi hermano y para mí desde que oyéramos las historias que nos contaba nuestro abuelo Marino de sus experiencias allí durante la Guerra de África [también llamada Guerra del Rif, 1911-1927], donde fue destinado al coincidir con su servicio militar.
Una cinta de cassette repetida de la colección de Félix Rodríguez de la Fuente que daban entonces juntando tapas de yogur Yoplait sirvió como soporte para grabar algunas de las batallitas del abuelo. Cinta que hemos oído una y otra vez en nuestra infancia y que ha hecho que palabras como Abd el Krim o el desastre de Annual fuesen familiares para nosotros desde nuestra tierna infancia, y que mantengan sus ecos sugerentes.

Aquí están los audios. Chisporrotea la chimenea mientras el abuelo nos cuenta las historias que les pedimos sus nietos, que teníamos unos 7 y 9 años por entonces, hacia 1980:

La guerra de África y la llegada a Larache
Destinado al lazareto
Las mil y una noches
La ambulancia.

Por eso, cuando en los años 90 una expedición de la Estación Biológica de Doñana me llevó a Marruecos en busca de murciélagos, me satisfizo mucho que parásemos un momento en Larache a buscar provisiones. Fue lo primero que conté en casa del viaje a Marruecos.

Ahora acabo de descubrir que yo no fui el primer Juan Quetglas que pasó por Larache. Resulta que mi "tío" Juan Quetglas fue capitán médico allí. No era tío exactamente pero ese era el nombre oficial. Creo que era primo de mi abuelo, otro Juan Quetglas [Bagur]. Ellos y nosotros éramos, y creo que seguimos siendo, los únicos Quetglas que vivíamos en Madrid.
La historia de Larache la recoge su hijo Alfonso Quetglas Marimón en una nota en su memoria en la web de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (pincha para ver el texto completo):
            "Aún recuerdo aquel olor a éter que había siempre en el Hospital de Larache, en Marruecos, donde íbamos a veces mi hermano mayor y yo, con mi madre Conchita, a visitar al Cirujano Jefe del Hospital Militar, el jovencísimo Dr. Juan Quetglas, capitán médico y Jefe de Cirugía, en los tiempos en que "Cirugía" era todo: apendicitis, Traumatología, quemaduras, Ginecología y Obstetricia... sí, incluso eso pasó a ser de su responsabilidad por dimisión del ginecólogo. [...] Era un buen cirujano y los moros empezaron a estimarle, ofreciéndole de todo para que se quedase cuando tras tres años, Mojamed V, el abuelo del actual rey de Marruecos, accedió al poder tras abandonar España su Protectorado allí. Pero en última instancia decidió que más valía ejercer de español que ceder a las promesas de los moros, y así vinimos a Madrid, yo con 6 años".

Atraido también por las historia del abuelo, mi hermano José pasó la semana santa de 2014 en Larache con su familia

Larache, con el puerto al fondo. Abril 2014.